Debido al rápido inicio de la acción acaricida e insecticida del producto, el riesgo de trasmisión de enfermedades parasitarias se reduce sustancialmente por su uso. Sin embargo, los parásitos deben iniciar la alimentación en el huésped para estar expuestos al principio activo fluralaner, por lo que en caso de que las condiciones sean desfavorables no se debe excluir el riesgo de trasmisión de enfermedades parasitarias al nacimiento. El producto no se debe administrar en intervalos más cortos a 8 semanas debido a que no se ha estudiado la seguridad para intervalos más cortos.